El Labrador retriever está considerado como el perro de cobro por excelencia, capaz de trabajar sobre cualquier tipo de terreno (en la verde y plana llanura, en el bosque más tupido y cerrado, en el pantano, en el río e incluso en mar abierto), demostrando una resistencia y una dureza verdaderamente sorprendentes. Es muy inteligente y está dotado de un carácter suave y equilibrado que lo lleva a encariñarse con su amo y con su hogar, donde gusta mucho jugar con los niños.